Capitulo 61: Muerte por desgarro

Enseguida me desataron y corrimos hacia la salida de emergencia, sin apenas importarme quien me había salvado la vida, mientras bajamos por las escaleras hasta llegar al hall, tuvimos que deshacernos de algunos pero por fin pudimos salir de alli.

Salimos y recorrimos varias manzanas, no había ni un alma en la calle, supongo que serían altas horas de la noche, al girar lo que podría ser la sexta esquina encontramos un túnel del cual ni se veia la salida.

Daniela - Este es un buen sitio para descansar un poco.

¿? - Y que Lucas recobre el aliento y seguimos buscando un sitio seguro.
Lucas - ¿Como te llamas muchacho, de donde vienes?
Le dijo cuando ya estábamos entrando
¿? - Me llamo Gabriel, soy guardián de la corporación de tu madre.
Luchas - Entonces para que vienes, si yo no quiero saber nada de mi madre.
Gabriel - Desde ahora soy tu guardián propio, te seguía desde que te fuiste de allí por orden de tu madre, y solo me debía descubrir en caso de que estuvieras a punto de morir.
Lucas - Así que tu padre Daniela me quería matar.
Daniela - si.
Solo pudo decir eso, mientras le salían lágrimas de los ojos seguidamente sollozos.

Lucas - No te preocupes Daniela ya todo ha pasado, siento mucho que tuviera que morir tu padre.

Ella empezó a llorar lo que fue un largo rato . . .

Cuando ya se calmo, decidimos proseguir el camino, aunque lo pensamos mejor y pasamos la noche allí, para estar más descansados y salir a la mañana siguiente.

Al día siguiente . . .

Salimos del túnel y fuimos a un centro comercial que estaba cerca, para poder asearnos un poco y salir sin tener que oler mal, cuando salimos del baño, fuimos mirando algunas tiendas que nos impactaron varias prendas pero costaban mucho y no llevabamos dinero.

Cuando íbamos a marcharnos, un par de policías entraron y se nos quedaron mirando de forma sospechosa, salimos corriendo mientras ellos también nos perseguían, nos íbamos metiendo por callejuelas hasta que al final dejaron de perseguirnos.

Ahí fue cuando decidimos que sería mejor ir a otro lugar por que en Barcelona ya corríamos peligro, así que nos fuimos a la estación de autobuses y sacamos billetes para Madrid, que era otro lugar grande donde sería más fácil pasar desapercibidos.

Nos montamos en el bus sin mayor problemas, nos esperaba un viaje de unas cuatro horas aproximadamente, así que decidimos dormirnos en el trayecto y descansar.

Continuara . . .